¿En qué consiste una crisis grave?

– Cuando hablo de una crisis grave no me refiero a las crisis pasajeras por las que pasamos de vez en cuando. Tampoco me refiero a ningún acontecimiento que, pese a que pueda dolernos, no se trate de nada extraordinario. Acontecimientos «menores>> serían, por citar algunos ejemplos, una avería en el coche, romper la relación con un chico o una chica, que no nos acepten un cheque, una breve enfermedad o cualquier otro pequeño inconveniente -a no ser, claro está, que uno de estos episodios se convirtiese en la gota que colma el vaso y termine llevándonos a una crisis mayor-. Cuando hablo de crisis me refiero a acontecimientos que quebrantan, paralizan y afectan nuestra vida y la percepción de nosotros mismos hasta el punto de que perdemos la capacidad de seguir adelante con normalidad. Rainer Maria Rilke evocó la crisis que sufrió con estas palabras: «Quizás esté intentando atravesar una sólida roca […]. Estoy tan adentro que no veo por dónde abrirme paso, ni siquiera puedo ver el espacio: todo está junto a mi rostro y todo es piedra».

Una crisis de estas características puede ser debida a:

• Una enfermedad grave que repercuta en tu capacidad para trabajar, relacionarte social y sexualmente y que, a su vez, te provoque mucho dolor y limite tu movilidad o tus actividades. Estamos, pues, hablando de algo que altera profundamente nuestra vida.

• Un cambio radical o deterioro en una relación que tenga un efecto devastador sobre una o varias personas. Dicho cambio o deterioro podría ser consecuencia de una infidelidad, la pérdida de un ser querido, la desaparición del afecto, el uso reiterado de la violencia, etc.

• Un golpe importante en el ámbito del trabajo (un despido) o de lo económico (quedarse en la ruina).

• Una depresión o enfermedad mental que afecte gravemente tu vida.

• Una parálisis o confusión emocional muy seria.

Extracto del libro
CRECER A PARTIR DE LAS CRISIS
Bill O´Halon